Pendientes para bebés, ¿cuándo y cómo?
Hay muchos padres que al nacer su hija es cuando se plantean la cuestión de si es el momento o no para colocarle a la pequeña sus primeros pendientes. De hecho, seguro que alguno de los familiares directos ya te ha regalado algún par.
Es cierto que durante mucho tiempo hacían los agujeros en algunos hospitales, pero en este momento cada vez son menos, ya que no todos los padres desean hacerlos en el momento del nacimiento; sino una vez que la niña ya ha salido del centro para reducir el riesgo de infecciones.
Lo más importante es que se coloquen los pendientes adecuados, y es fundamental, que se cumplan unas adecuadas condiciones higiénicas y sanitarias, por eso lo habitual es hacerlo en la actualidad en farmacias.
Consejos para los pendientes de tu bebé
Como no existe un momento concreto ideal en que poner los pendientes a la pequeña, hay quien lo hace en los primeros días de vida y quien espera a que sea la propia niña la que lo decida cuando sea mayor.
Pese a que no hay un consenso sobre la edad adecuada para hacerlo, hay pediatras que indican que lo más recomendable es esperar a los 2-3 meses, y de ahí en adelante, para evitar riesgo de infección, pese a que no suelen darse apenas casos.
Sin embargo, el motivo principal para no esperar demasiado es que con el tiempo, la piel va aumentando su grosor y si pasa mucho tiempo puede hacer que la técnica sea algo más costosa de realizar y doler un poco más.
Lo que más preocupa a los padres suele ser si la pequeña sufrirá dolor, si bien lo cierto es que en la mayoría de las ocasiones, cuando la niña viene con sus primeros pendientes ya colocados, ni siquiera la hemos oído llorar.
Incluso parece que lo que más puede asustar a la niña es el ruido de la pistola que a veces se usa para su colocación. No se suele usar anestesia ya que en realidad no es más que un pinchacito, y si la pequeña llora tras su colocación, generalmente es algo que dura unos escasos minutos.
Tengamos en cuenta que el período neonatal es especialmente delicado, sobre todo frente a las infecciones; de ahí la importancia de seguir los pasos necesarios e higiénicos para la colocación de los pendientes.
Por eso se suele hacer en farmacias o joyerías, con instrumental adecuado, la experiencia necesaria y que previamente desinfectan el lóbulo, siempre con profesionales de confianza para garantizar la mayor seguridad posible.
Con asepsia, (procedimientos que garanticen ausencia de gérmenes que puedan causar una infección) y siendo asesorados sobre los cuidados posteriores de limpieza habituales de la zona como con cualquier pequeña herida.
A continuación es importante saber qué pendientes ponerle. Existen unos pendientes específicos para los primeros agujeros que ayudan a la técnica y que favorecen el que no se cierre.
En cuanto al material, siempre hay que usar los que sean hipoalergénicos, o tengan menor propensión a producir alergias, y por eso se recomiendan materiales de calidad, siendo el mejor a escoger, el oro, y mejor si son especiales para bebés.
A la hora de escoger el modelo, se recomienda también la máxima seguridad: sin adornos ni colgantes para que no se enganchen; con el filamento muy fino y la punta redondeada por detrás y de rosca; con formas que no se enganchen en la ropa y produzcan herida en la oreja: mejor si son esféricas y cuanto más sencillos mejor.
Los cuidados generales son muy simples, bastará con un antiséptico como Clorhexidina, un par de veces al día y es recomendable mantener unos días (entre 10 y 15) los primeros pendientes que se coloquen e ir girándolos con regularidad.
No es necesario realizar más cuidados especiales salvo una adecuada higiene de la zona y sobre todo observación, ya que en caso de aparición de signos o síntomas compatibles con infección (como dolor, color rojo, inflamación o fiebre), se debe acudir al pediatra para que valore a la niña.
Una vez pasados estos primeros días ya se pueden cambiar por otros, aunque procurando cumplir las premisas de los iniciales: usar materiales no alergénicos (como el oro), y que también sean redondeados, pequeños y sin posibilidad de engancharse a la ropa o lastimar la piel.
Como en las farmacias suelen colocar unos provisionales hipoalergénicos, si no quieres tener que volver a cambiarlos pasados unos días, es mejor decidirse desde el principio por unos pendientes de calidad y evitar el reemplazo de los transitorios.
Por eso, hay joyerías que, además de ofrecerte un par de pendientes de oro especiales para bebés, que se adapten a tu estilo y exigencias, brindan el plus adicional de agujerear las orejas de tu bebé con ellos y evitas tener que cambiarlos.
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