Cuando pensamos en joyas maravillosas, en las más increíbles, en las más espectaculares, o en esas que te dejan con la boca abierta, solemos pensar en reinas y reyes, en príncipes y princesas y en cuentos de hadas… Nos enamoraban (y nos siguen hechizando), entre otras cosas, con sus brillos y lujos, con la fantasía y con la ilusión de poder tener a nuestro alcance, algún día, la posibilidad de acercarnos y formar parte de